Sueños.

Te tomé de la mano y fuimos recorriendo las calles sin parar de
sonreírnos. Era una conexión tan fuerte que no nos importaba los
demás, lo que había. Una mirada lo decía todo mas esas sonrisas
que aclaraban lo que decíamos. No quise dejar de mirarte pero
era tanto lo que decías que por error agaché la mirada y allí estaba
inconsciente en el suelo. Es verdad que dicen que soñar es precioso.

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